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JOAN SOCIES
La octava edición de la Festa Panxa Roja de Campos fue de las más largas de los últimos años. La lucha por el traspaso de poderes de los quintos del 1988 a los de 1989 fue larga y llena de obstáculos. Los del 1988, que tenían que ceder el relevo y a la vez eran los organizadores de las diferentes pruebas ejercieron de veteranos, en la prueba del palo enjabonado clavaron el pañuelo con un clavo, hecho que dificultó enormemente la prueba a los jóvenes quintos y que después tuvieron que ser ayudados por los viejos.

De hecho, la noche de fiesta ya había empezado horas antes con una cena al lado de la iglesia, en el que acudieron unas 700 personas. El lomo, la panceta y el vino sirvieron para preparar la larga noche.

Así, ya pasaban las doce de la noche cuando la «batucada» irrumpió en las calles más céntricas del pueblo invitando a la fiesta.

Un año más, la fiesta Panxa Roja será uno de los actos centrales de las fiestas de la Mare de Déu d'Agost que celebra Campos.