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MARTA MEDRANO
A falta de sólo una semana para que se inicie el curso el Colegio de educación infantil y primaria Ponent está lleno de escombros de obra, suciedad y obreros y mujeres de la limpieza que trabajan a todas horas para intentar lograr lo que a simple vista parece un milagro, que el centro abra sus puertas el próximo 13 de septiembre con total normalidad. El propio director del Colegio, Nicolás López, manifestó ayer su preocupación por el retraso que han sufrido las obras de mejora que todavía se llevan a cabo en algunas aulas, en los baños y en el comedor del centro. «Las obras que se hicieron en el tejado coincidieron con las lluvias de agosto, lo que provocó que las aulas de la primera planta quedaran inundadas. Ahora se está dando una mano de pintura y se está limpiando todo pero aún quedan acabados de enyesado y la fontanería de los baños no está lista», lamentaba.

A pesar del aparente caos el Ajuntament d'Inca llamó a la tranquilidad. «La apertura del Ponent no me preocupa. Hoy mismo he hablado con el director de la obra y me ha prometido que reforzaría las brigadas de obreros para que el centro abra en condiciones el miércoles que viene. Aunque tengan que trabajar el mismo martes por la noche el Colegio abrirá», explicó el concejal de Educació i Cultura, Bartomeu Martínez. La Conselleria d'Educació invierte en el Ponent 1.656.421 euros entre la ampliación y las mejoras del edificio . En concreto se ha mejorado el aislamiento y se construyen diez aulas nuevas.

Las propias mujeres de la limpieza que trabajaban ayer a destajo decían no haber visto nunca el centro en estas condiciones a falta de sólo una semana para abrir. «Todavía retiramos escombros y aunque ahora somos cuatro personas queda muchísimo trabajo por hacer. Las inundaciones nos han obligado a limpiar de nuevo todo el mobiliario y las aulas de la parte de arriba», explicaban.