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PEDRO AGUILO MORA
El precario estado que presentan algunas de las instalaciones que conforman el polideportivo de Peguera ha despertado cierto malestar entre sus usuarios, pero sobre todo entre algunos miembros de la Asociación de Padres y Madres de Alumnos (AMPA) del colegio público de la localidad. Tanto los usuarios como los padres y madres de los chicos que utilizan las instalaciones deportivas de Peguera, concretamente el campo de fútbol, se quejan de que el bar del centro lleve tres meses cerrado y de que las gradas que flanquean el terreno de juego presenten últimamente un estado de cierta dejadez.

Los familiares de los chicos que juegan en las divisiones inferiores del club de fútbol de Peguera y les acompañan a los partidos y entrenos, muestran su descontento ante el hecho de que, con la clausura del bar, los únicos baños que pueden utilizarse son los de los vestuarios, puesto que los servicios públicos del centro están dentro del bar. Los vecinos denuncian también que la clausura del bar priva a los jóvenes deportistas de poder reponer fuerzas tras los entrenos y exigen que al menos se instale una máquina de refrescos.

Desde el Ajuntament de Calvià, fuentes del área de Deportes que ahora gestiona el teniente de alcalde Luis Marín, señalan que la clausura del bar obedece al hecho de que el concesionario del servicio decidió el pasado mes de julio no seguir explotando el establecimiento. De esta manera, ahora el contrato está pendiente de ser otra vez licitado. No obstante, estas mismas fuentes apuntan que la adjudicación de la explotación del bar al nuevo concesionario podría quedar resuelta en una semana. Mientras que en referencia a la suciedad que se acumula en las gradas del campo de fútbol, el Consistorio manifiesta que debe tratarse de una situación puntual y transitoria ya que, según su versión, las gradas reciben el mismo servicio de mantenimiento que el resto de las instalaciones.