El alcalde de Sineu, Josep Oliver Rebassa, y sus predecesores en el cargo, Josep Oliver Amengual y Andreu Matas.

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La recaudadora del municipio de Sineu, Martina Gelabert, pudo operar durante cinco años en la cuenta del Ajuntament en Es Crèdit sólo porque «era conocida» de los responsables de la entidad bancaria desde la década de los noventa. A pesar de que Gelabert no tenía firma autorizaba para extraer dinero (sólo Guillem Fuster estaba facultado por el Ajuntament para operar en la cuenta), Es Crèdit se lo permitió durante cinco años. El resultado ha sido que la juez imputa varios delitos a Gelabert por la presunta apropiación de 880.000 euros de las arcas municipales.

Los dos ex alcaldes fueron contundentes: en ningún momento dieron autorización a la recaudadora municipal para operar en la cuenta del Ajuntament. Admitieron, eso sí, que Martina Gelabert dispuso de esa autorización hasta 1999 en una cuenta que fue cerrada por recomendación de una empresa auditora. Este empresa sugirió a los responsables municipales que abrieran otra cuenta.

El juicio por despido improcedente instado por Martina Gelabert contra el Ajuntament de Sineu debía limitarse a esa cuestión concreta, pero derivó hacia los aspectos penales, que se sustancian en otra jurisdicción.

El titular del Juzgado de lo Social número 3 de Palma había citado a dos ex alcaldes de Sineu, Andreu Matas Jaume y José Oliver Amengual, a la directora y al interventor de Es Crèdit, Juana Coll y Gabriel Esprell, respectivamente, par dilucidar si Martina Gelabert tenía, o no, firma autorizada en la cuenta del Ajuntament.

En el mismo sentido se pronunció el secretario municipal, Francisco Jiménez Ramis, que también compareció en el juicio en calidad de testigo. Afirmó, rotundo, que Martina Gelabert «no era titular de la cuenta», y que él «nunca» la autorizó para realizar operaciones bancarias. Dijo que se había enterado de los problemas de Gelabert «a través del alcalde (José Oliver) un día antes de que la noticia fuese publicada en la prensa».

El testimonio de la directora de Es Crèdit en Sineu, Juan Coll, fue clave para las tesis defendidas del Ajuntament a través del abogado Antoni Mir, ya que admitió que no tenía firma autorizada para operar. Eso sí, se escudó en que «para nosotros (el banco) estaba autorizada ya que tuvo una cuenta con anterioridad (hasta 1999), la conocíamos y sabíamos la firma que tenía».

El letrado le recordó que el único autorizado para extraer dinero de esa cuenta era Guillem Fuster, cuya firma constaba en el contrato suscrito entre el Ajuntament y el banco. La directora de Es Crèdit, asimismo, declaró que «nunca» el Ajuntament se puso en contacto con ellos para interesarse por los movimientos de la cuenta y por los descubiertos, a lo que el letrado, Antoni Mir, replicó de forma contundente: «Es imposible que el Ajuntament conociese los movimientos de esa cuenta ya que existen hasta 81 documentos firmados por Martina Gelabert en los que se especificaba 'no avisar al Ajuntament'.