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M.NADAL
Los dos hermanos franciscanos mallorquines León Borrás, de Santa Maria, y Francisco Caldés, de sa Pobla, podrían ser canonizados por el papa Benedicto XVI. La Congregación para las Causas de los Santos de la Santa Sede ha dado la validez a la fase diocesana elaborada, entre otros, por el vicepostulador de las causas de los franciscanos en Valencia, el padre Benjamín Agulló. Agulló explicó ayer a este diario que «el diez de octubre viajaré a Roma para presentar parte del documento del proceso diocesano para saber si el trabajo que hemos realizado está correcto». Esta información se elabora con la finalidad de verificar que los franciscanos muertos en 1936 fueron asesinados simplemente por ser religiosos.

Después de la comprobación del trabajo hecho en Valencia un grupo de teólogos, cardenales y obispos estudiarán «el positio o pruebas martiriales para llegar a la certeza que estos hombres dieron su vida por sus creencias», según dijo Agulló. El padre Benjamí Agulló explicó que tanto el hermano León Borrás como el hermano Francisco Caldés forman parte de los 40 mártires que tuvo Valencia durante la Guerra Civil.

El rector de sa Pobla, Joan Pons, trabaja en la biografía divulgativa de Caldés, una figura poco conocida en su municipio. Pons, narró ayer que Caldés estuvo junto a Borràs en la ermita deTernelles, en Pollença, que abandonó en 1900. «Caldés era el prototipo de hombre sencillo; desde Ternelles captaba limosnas tanto para la comunidad como para las pobres. En Valencia estuvo encarcelado y ayudó a otros prisioneros», dijo.