TW
0

LLUÍS PLANAS
El diputado de Esquerra Republicana (ERC) en el Congreso de los Diputados, Joan Puig, declaró ayer ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo que el 13 de agosto de 2005 no invadió ninguna propiedad privada durante el acto reivindicativo que realizó con otras personas y representantes políticos para exigir el derecho de paso en la zona de dominio público de la Costa de los Pinos.

Puig declaró en calidad de aforado como imputado en la querella presentada contra él por el editor Pedro J. Ramírez por los presuntos delitos de coacciones, amenazas y violación de domicilio, durante la celebración del mencionado acto. El diputado explicó ayer, después de la declaración, que durante una hora y media se había sometido a las preguntas del juez, el fiscal, la acusación particular y su propia defensa.

«No tengo nada que esconder, estoy muy tranquilo y espero que eso sirva para esclarecer lo que pasó realmente», dijo. Puig añadió sobre el contenido de la declaración que «he explicado que ejercí el derecho de paso en una terraza de dominio público, que en ningún momento me metí en la piscina, tal como asegura la acusación, y que tampoco empujé, insulté o escupí a nadie». Al contrario, el diputado aseguró que él sí recibió empujones por parte del servicio de seguridad privada de Pedro J. Ramírez.

Puig también aclaró en la declaración que durante el acto en la Costa de los Pinos mostró su acreditación de diputado para identificarse frente a los guardias de seguridad, ya que ellos no lo hacían y además se negaban a llamar a la Guardia Civil.

Por otra parte, el diputado de ERC volverá a declarar el próximo lunes. La acusación quiere presentar un vídeo como prueba, y la defensa de Puig también quiere aportar otra cinta con las imágenes de una televisión local, presente en el acto, para aclarar los hechos y reforzar la declaración realizada ayer.

Por otra parte, a pesar de la resolución que permite a Pedro J. el uso privativo de la zona de dominio público en la Costa de los Pinos donde hay una piscina, las reivindicaciones de «La costa és de tots» han hecho que Medio Ambiente anuncie un proyecto para recuperar la zona de servidumbre en el litoral de Son Servera, Pollença y Calvià.