Según la Conselleria, hay disponibilidad de agua y existen bebederos naturales en esta infraestructura, que ocupa 845 metros cuadrados aptos para aulas y despachos y que cuenta con 388,2 metros de edificaciones agrícolas.
Este espacio, que ocupa 63,37 hectáreas de terreno boscoso de elevada calidad ecológica y cinegética, es un «hábitat idóneo», en el que hay una «gran presencia de fauna cinegética» y dispone de unas «instalaciones bien conservadas». El centro, que estará abierto a todo el público, funcionará como un espacio aglutinador del colectivo social cinegético y servirá también de escenario para divulgar entre los profanos los valores asociados a esta actividad, según puso de manifiesto el conseller Font.
La instalación acogerá, entre otras actividades, el adiestramiento de perros de caza y un centro de cetrería, un aula taller y un museo de caza, una escuela de tiro de caza y un campo de tiro para pruebas federativas y de caza, así como un campo de tiro con arco y otro de prueba y centrado de rifles.
También se llevarán a cabo actividades relacionadas con la caza fotográfica, visitas escolares y se impartirán cursos y conferencias.
El centro reservará una sala para las reuniones de Sociedades de Cazadores, será la sede de la Comisión Balear de Caza Major y Homologación de Trofeos de Caza y acogerá un centro genético de cría de especies cinegéticas.
En el acto estuvieron presentes además del conseller Font, el director general de Caça, Antoni Gómez, y la directora general de Biodiversitat, Joan Xamena, así como el alcalde de Llucmajor, Lluc Tomàs, que también quiso participar en la inauguración del centro.
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