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ÀNGELS HERNÀNDEZ
La popularidad de la Fira de s'Oliva, que ha llegado a su novena edición, y el buen tiempo de la jornada de ayer hicieron que miles de personas se acercaran a Caimari para firar o degustar alguno de los muchos productos relacionados con la aceituna que se ofrecían. Como suele ser habitual, la carretera a Caimari se colapsó pero el problema fue menor que otros años porque el buen tiempo animó a muchos a ir andando desde Selva y había más aparcamiento.

El sol invitaba a pasear por la feria y a degustar alguno de los muchos productos que se podían probar, algunos tradicionales como las aceitunas trencades o pansides y otros más innovadores como el paté de aceituna o el helado de aceite.

Una gran tafona montada en la Plaça Major, llamó la atención a los visitantes, interesados en la producción tradicional del aceite. Además, también se podía visitar el nuevo truja de Oli de Caimari y la antigua productora de almendra Ca na Bielona, entre otras muestras.