Según declaraciones del alcalde de Esporles, Miquel Ensenyat (PAS-PSM), las hermanas se han mostrado interesadas en ceder las instalaciones del convento al Ajuntament para la creación de una residencia municipal. Actualmente, según manifiesta el alcalde, el municipio cuenta con un número importante de personas que están en lista de espera para obtener plaza en una residencia de Palma, por lo que «consideramos urgente dar respuesta a todas las personas que están solas y muchas de ellas son dependientes».
El alcalde de la localidad también resalta la importancia de crear residencias en el propio municipio, como ya han ha hecho otros pueblos de Mallorca, para evitar el desarraigo que supone para el anciano apartarlo de su entorno.
El convento de las Hermanas de la Caridad es un edificio de dimensiones inmensas y en el cual actualmente sólo habitan tres religiosas de las cuales dos ya están jubiladas.
Según un estudio preliminar, llevado a cabo por el arquitecto municipal, se pueden construir hasta quince habitaciones dobles, a parte de una vivienda para la monjas independiente de la residencia. Para gestionar la futura residencia se baraja la posibilidad de crear una fundación pública mixta entre Ajuntament y las Hermanas de la Caridad, quienes además actuarían como elemento de control.
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