La posesión de Planícia tiene una extensión de 445 hectáreas, aunque está en zona protegida.

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Planícia, la finca de mayor extensión de Banyalbufar, ha dejado de ser propiedad de la familia Balle para pasar a manos de la sociedad Planisi Estates SL. La operación de compraventa se formalizó ante el notario Alvaro Delgado Truyols a principios de este mismo mes de mayo, concretamente el día 10, según figura en el registro de la propiedad. Y ese mismo día se formalizó con el Banco de Crédito Balear una hipoteca de 8 millones de euros, a abonar en un plazo de 15 años y con un vencimiento final el 4 de mayo de 2.022. El temor a que la finca pasara a manos extranjeras, como el resto de predios emblemáticos de este municipios de la Serra de Tramuntana, es ya una realidad. Elena Charalambous y Mark Rhodes son los principales administradores de la entidad propietaria Planisi Estates, sociedad limitada que se constituyó hace dos meses (16 de marzo) con un capital de tan sólo 3.500 euros y con domicilio social en Palma. Planícia llevaba más de diez años en venta. Y, de hecho, durante un tiempo se especuló con la posibilidad de que un grupo empresarial alemán adquiera la finca cuyos orígenes se encuentran documentados en el siglo XV.

Planícia tiene una superficie de 627 quarterades, 445 hectáreas que equivalen a cerca de una cuarta parte de la superficie del municipio. Linda con el mar y con las fincas Son Burguny, Arbosar, La Granja, Son Vich, Son Balaguer, son Fortuny y Son Forteza, y toda la finca está afectada por la Ley de Espacios Naturales (LEN), lo que dificulta iniciativas inmobiliarias. En Banyalbufar hay 10 posesiones emblemáticas con una superficie de 1.389 hectáreas, que representa el 77 por ciento de la extensión total del municipio (1.805 hectáreas). Planícia, ses Mosqueres, Son Sanutges y Son Creus eran las cuatro únicas posesiones que todavía estaban en manos de antiguos propietarios mallorquines. Pero, con su venta, Planícia se suma a las fincas cuyos propietarios se pierden en una nebulosa de entidades mercantiles.

Lo mismo que ha pasado ahora con Planícia se vivió con Son Bunyola, Son Valentí-Son Balaguerer, s'Arboçar, es Rafal, Son Bujosa y Son Coll. En total, ya son 1.205 hectáreas del término municipal en manos de sociedades empresariales, perdiendo así el tradicional carácter de las possessions mallorquinas. El predio de Planícia era propiedad de cuatro hermanos Balle Ferrer. Su familia compró la finca a principios de los años 40, a los marqueses de Campofranco, tras la segregación del predio es Rafal de Planícia.