31/05/07 0:00
MARTA MEDRANO
Los cerca de 343 alumnos del colegio público Ponent acompañados de sus profesores, padres, madres y también abuelos y abuelas realizaron ayer por la mañana una marcha pacífica para protestar por el retraso de 9 meses que acumula la ampliación del centro. El retraso en estas obras ha obligado a que los alumnos de 5º y 6º de primaria tuvieran que estar en la calle durante el tiempo del patio y a que dos grupos de niños de cuatro años hayan tenido que compartir aula. Ayer los alumnos de todos los cursos recorrieron las calles de los alrededores del centro con pancartas. Los pequeños protagonizaron incluso una sentada que cortó el tráfico durante breves instantes.
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