El reelegido alcalde hizo una breve salutación a los presentes y dio la palabra a cada uno de los portavoces de los partidos con representación municipal. Joan Jaume, del PSOE, anunció «una oposición fuerte, pero racional y basada en el diálogo constructivo. Apoyaremos las decisiones que sean positivas para el municipio». Joana Lluïsa Mascaró, del Bloc, ofreció su colaboración en beneficio de Llucmajor y recordó «los asuntos judiciales que afectan al Ajuntament, que condicionarán el panorama político». Con la intervención de Joaquín Rabasco, de ASI, se caldeó el ambiente y se oyeron gritos de «¡Fuera, fuera!», pero los ánimos fueron calmándose. Joan Oller, de Unió Mallorquina, fue breve, destacando que «los resultados electorales son reflejo de la voluntad del pueblo».
Finalmente, Lluc Tomàs cerró el acto. En su discurso, señaló que «el pueblo se ha manifestado en las urnas y ahora se debe mirar adelante con la colaboración de toda la oposición».
En declaraciones posteriores a este periódico, dijo que «no es la primera vez que el PP de Llucmajor afronta un gobierno en minoría. Aceptamos el reto y buscaremos el apoyo del resto de grupos».
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