Con un salón de plenos repleto de público, la sesión de investidura empezó siendo presidida por el concejal Mateu Salord, como el regidor de más edad, y Laura Serra, como la más joven. Salord leyó las disposiciones reglamentarias y se cumplió lo previsto, es decir, algunos consabidos, tradicionales y esperados errores puesto que la confianza y la sabiduría del querido concejal, propician esos «tropezones».
Los discursos de los respectivos cabezas de grupo fueron protocolarios. Coloma Terrasa, del Partido Popular, manifestó que su partido efectuaría una oposición leal, pero contundente.
Melchora Gómez aseguró que el equipo de gobierno trabajaría, especialmente, para solucionar los grandes retos que se plantean en este municipio en la presente legislatura, que básicamente se centran en la educación y los servicios asistenciales.
Miquel Ferrer agradeció el apoyo recibido, que le posibilita poder seguir trabajando desde la alcaldía para poder culminar el proyecto de gestión, y reiteró que seguiría siendo el alcalde para todos. La votación se hizo nominal y en voz alta, con lo que quedó constituida la mayoría UM-PSOE para los cuatro años siguientes.
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