El pleno ordinario que se celebró ayer en el Ajuntament de Pollença adjudicó el contrato de gestión de servicio público de la explotación del local de la plaza Joan Cerdà, en la primera linea del Port de Pollença, a Francisca Ensenyat por 18.000 euros anuales. La concesión se realizó con las bases establecidas en la pasada legislatura, cuando gobernaban en Pollença PP-UMP i UM-UNPI.
Esta construcción desató el año pasado el malestar vecinal porque el edificio ocupa buena parte del antiguo parque infantil y por su impacto visual. La obra se enmarcaba en la reforma integral de esta zona de recreo y ha consistido en la construcción de una cafetería que, en principio, tenía que ser gestionada por la ONG Prodis, a cambio del mantenimiento de las instalaciones, pero finalmente, según el alcalde Joan Cerdà (UM-UNPI) «Prodis cambió de opinión y rehusó hacerse cargo de la explotación, según explicaron, por no tener gente preparada».
El portavoz de Alternativa EU-EV, Pepe García, explicó en este sentido que «es una historia de despropósitos. La construcción tiene un fuerte impacto visual y ha existido lentitud en las obras y en su adjudicación. También es lamentable que haya un escalón, ya que se tendrían que suprimir las barreras arquitectónicas».
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