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El Pleno extraordinario que el miércoles aprobó el sueldo del alcalde, Guillem Bernat (UM), la asignación por dedicación exclusiva de Antoni Femenias (PSOE) y las demás retribuciones del consistorio, acabó con una sorpresa desagradable para el PP que había anunciado finalmente que votaría a favor de este punto del orden del día. Fue en el turno de palabras que el concejal de Hacienda, Francisco Rodríguez "que un día antes había denunciado el cobro de sueldos «extras» de 1.200 euros por parte de dos regidores del PP" se refería a esta información y denunció además que «algunos miembros del equipo de gobierno anterior también habían cobrado por partida doble a través de las representaciones que ostentaban en los diferentes Institutos Municipales». Rodríguez fue todavía más allá y aseguró que «algunos de estos ediles habían llegado a recibir cantidades de entre 4.000 y 5.000 euros». El regidor dejó claro que creía que «estas asignaciones no eran ilegales» pero que «dudaba mucho de que fueran éticas». Según el nuevo responsable de Hacienda «estas percepciones máximas correspondían a los concejales que ostentaban cargos de algún instituto municipal y se añadían a la remuneración por cargo de regidor, dietas, asistencia a plenos y comisiones o a la asignación fija ya denunciada que se recibía, sin control del Pleno ni de la opinión pública, a través de la empresa Sóller 2010». Precisamente en el Pleno no estaban ni el ex alcalde, Carlos Simarro, ni otros dos concejales del PP, la presencia de los cuales fue excusada por motivos personales. Los otros representantes del partido, ante estas nuevas acusaciones no replicaron ni intentaron defenderse y en el momento de votar, lo hicieron a favor de las remuneraciones propuestas por el equipo de gobierno que, contra todo pronóstico, se aprobaron por unanimidad.