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JOSEP MARIA SASTRE Las fuertes lluvias caídas a primera hora de la mañana de ayer en la comarca del Migjorn de la Isla, unida al mal estado de la red de saneamiento municipal, provocó nuevos vertidos de aguas fecales en los alrededores de la playa de Cala Gran de Cala d'Or (Santanyí). Por suerte, los residuos no llegaron al mar y, a diferencia de lo sucedido a principios del pasado mes de junio, no tuvo que prohibirse el baño.

Las aguas residuales salieron por arquetas que se desbordaron y fueron a parar a zonas ajardinas, arenosas y al camino que conduce a la playa. Los operarios del Ajuntament y de la empresa explotadora del sistema de saneamiento, trabajaron a destajo para dejar la zona en condiciones.

Técnicos de la Agència Balear de l'Aigua i Qualitat Ambiental de la Conselleria de Medi Ambient, se desplazaron al lugar para emitir un informe de lo sucedido y estudiar las causas de los nuevos vertidos. En el documento, la supervisora local de explotación y mantenimiento, Sara Ortiz, concluye que los vertidos se deben al mal estado de la red de saneamiento municipal puesto que «recoge las aguas fecales y las pluviales, de tal manera que son insuficientes o están obturadas». Recomienda «sustituir las canalizaciones» y «a ser posible separar las aguas pluviales de las aguas residuales» que llegan a la estación de bombeo.

Advierte que la estación de bombeo de Cala Gran «ha estado en funcionamiento en todo momento» y que «no ha habido ningún fallo en el suministro eléctrico».