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MARTA MEDRANO La mala costumbre de ir al supermercado, coger un carrito para llevar la compra a casa o al coche y luego dejarlo abandonado en medio de cualquier calle va a más en Inca. El problema no es nuevo. De hecho, el anterior concejal de Mantenimiento, Joan Rubert, trató de atajarlo mediante una ordenanza pionera en Mallorca que establece una multa de 32 euros al propietario del supermercado por cada carrito que la brigada municipal encontrara abandonado en la vía pública. Los carritos abandonados, de hecho, originan en muchas ocasiones problemas en el mobiliario urbano y en más de una ocasión son utilizados como material en actos vandálicos.

La nueva concejal de Mantenimiento, Rosa Maria Tarragó, ha constatado estos días que el almacén municipal está saturado de carritos procedentes de todas las grandes superficies de Inca. De hecho, allí se acumulan unos 300 carritos de todo tipo de medidas
Para evitar que el almacén municipal se colapse por completo Tarragó se ha puesto en contacto estos días con representes de todas las grandes superficies de Inca con el objetivo de encontrar una solución conjunta.

De momento, al menos tres supermercados con una fuerte implantación en la capital del Raiguer (Mercadona, Lidl e Hipercentro) se han comprometido a recoger mediante furgonetas los carritos de su propiedad que ahora se acumulan en la nave de la brigada municipal. Algunas superficies, conscientes de que esta problemática está yendo a más, han explicado incluso que, a partir de ahora, destinarán una furgoneta y un operario a recoger los carritos abandonados en la vía pública.