Javier Mayol (izda), conversando con Catalina Cirer, Jaume Matas y Maria Antónia Munar, hace un año.

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LL.GARCIA Javier Mayol Mundo, presidente de la centenaria compañía Ferrocarril de Sóller, murió en la madrugada de ayer domingo en el hopital de Son Dureta como consecuencia de las gravísimas heridas sufridas en un accidente de tráfico que tuvo lugar el miércoles a última hora de la tarde cuando se dirigía hacia Palma en su motocicleta. Un patinazo ocasionó una desafortunada caída que llevó el cuerpo de Mayol bajo un guardarraíl, cerca de la boca norte del túnel de Sóller, provocando unas terribles heridas que han provocado su muerte.

El grave accidente y fallecimiento de Mayol, de 45 años y padre de dos hijos, ha conmocionado a la ciudad del Valle debido a que su gestión al frente de la compañía ferroviaria desde el año 2002 y de otras iniciativas empresariales familiares le habían convertido, sobre todo en los últimos años, en una persona muy conocida por la casi totalidad de los vecinos, así como muy apreciada y valorada en el sector empresarial y cultural de la ciudad.

Javier Mayol estaba relacionado con el sector empresarial solleric sobre todo a través de su presidencia de la empresa familiar de cruceros, Barcos Azules, que opera desde el Port de Sóller, realizando las clásicas excursiones marítimas por la costa de Tramuntana con una de las flotas de golondrinas más importantes de las Islas. Y también era presidente del Club Nàutic del Port de Sóller.

Pero, sobre todo, ha sido reconocida su gestión al frente del Ferrocarril de Sóller que desempeñaba desde el año 2002, cuando asumió la presidencia del consejo de administración después de adquirir un paquete de acciones en un momento en el que la compañía afrontaba una de las peores crisis de su dilatada historia. El joven empresario tenía numerosos proyectos para potenciar el tren de Sóller, muchos de los cuales se pusieron en marcha desde que el nuevo equipo directivo que presidía se puso al frente de la compañía. Con sus más íntimos colaboradores, también copropietarios y consejeros del ferrocarril, consiguió en primer lugar un amplio acuerdo con los trabajadores de la empresa a los que consiguió implicar en una nueva etapa del tren de Sóller. Un hito muy importante fue conseguir, en el año 2005, del Govern Balear presidido por Jaume Matas una prolongación de la concesión ferroviaria Palma-Port de Sóller en favor del Ferrocarril de Sóller SA por un nuevo período de 50 años con el compromiso de renovar totalmente material y línea, realizar la necesaria modernización de infraestructuras y mejorar la seguridad.

Pero, sin duda, uno de los hechos diferenciales que ha marcado a la compañía bajo la presidencia de Javier Mayol ha sido el impulso de la vertiente cultural del ferrocarril, que culminó con la constitución de la fundación Tren de l'Art. La institución, de la que el fallecido fue uno de los principales entusiastas, se creó en marzo del año pasado con la intención de promocionar el Valle a través del tren, el arte y la cultura.

La fundación, presidida por el editor Pere A. Serra, ya ha impulsado una serie de proyectos en colaboración con la empresa entre los que destacan por su importancia la adquisición por parte del Tren de Sóller del casal modernista de Can Prunera para su conversión en centro de arte dedicado al modernismo y al realización de actos culturales de gran éxito.