TW
0

La piscina cubierta municipal de Alcúdia está asumiendo un papel comarcal después de que otros municipios como Santa Margalida, Inca o sa Pobla hayan padecido problemas con sus propias instalaciones.

Las cifras no engañan: el treinta por ciento de los usuarios de la piscina cubierta de Alcúdia procedían ya a principios de verano de fuera del municipio y se espera un incremento de esta cifra tras el anunciado cierre de la piscina de Santa Margalida donde el mismo concesionario, Gesport, ha renunciado a seguir gestionando las instalaciones por las deficiencias que presenta el complejo.

De los 1.341 socios registrados en la piscina cubierta de Alcúdia el pasado julio, el 71 por ciento eran vecinos del municipio. Del resto destacan los usuarios de Pollença (126) y los de Can Picafort (61) seguidos de cerca de los de sa Pobla (50).

Mientras que en Pollença la piscina cubierta está aún en construcción, hay que decir que tanto en el municipio de Santa Margalida como en sa Pobla cuentan con unas instalaciones similares, pero desde su inauguración las piscinas cubiertas municipales han sido objeto de cierres polémicos.

El equipo de gobierno de Santa Margalida (PP-CPU) anunció hace solo unos días el cierre inmediato de sus instalaciones al no poder garantizar el servicio tras años de cierres intermitentes provocados por deficiencias en las obras. La piscina de sa Pobla también ha sufrido cierres intermitentes, aunque en estos momentos está abierta.

En el caso de Inca, las deficiencias de la piscina cubierta municipal salieron a la luz hace un mes cuando la Conselleria de Comerç i Indústria alertó de que no cumplía las condiciones mínimas de seguridad y se procedería a cortar el suministro eléctrico. El Ajuntament d'Inca aún está en plazo para presentar la última documentación que le requiere el Govern al respecto.