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JOSEP MARIA SASTRE Los lugares conflictivos del casco urbano de Porreres serán controlados con cámaras de vigilancia móviles. La Policía Local podrá colocarlas en plazas, zonas de aparcamiento u otros lugares públicos donde haya habido denuncias de robos o cualquier tipo de acto vandálico. Asimismo, el Ajuntament de Porreres llevará a cabo una mejora de la iluminación en lugares con escasa luz para disuadir a los potenciales actores de ataques a la propiedad privada o pública o también evitar las reuniones nocturnas de jóvenes que causan molestias a los vecinos.

Éstas son sólo algunas de las medidas que acordó llevar a cabo la junta de seguridad local que se reunió por primera vez el pasado jueves. La junta acordó ejecutar una serie de iniciativas que abrazan múltiples ámbitos, como por ejemplo tráfico y seguridad vial o urbanismo, con tal de mejorar la calidad de vida y los servicios a los ciudadanos.

De hecho, este organismo interdisciplinar está integrado por representantes de todos los grupos políticos con representación más el PSOE, personal de Bienestar Social, de educación y la Policía Local y la Guardia Civil. Aparte de aumentar la vigilancia en algunos lugares también se decidió que los vecinos del pueblo puedan cursar denuncias ante la Policía Local siempre que no sean delitos graves.