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El alcalde de Llucmajor, Lluc Tomás, se ofrece a dialogar con los vecinos sobre la subida del catastro y de las tasas municipales que movilizó ayer a centenares de vecinos. El primer edil circunscribe la subida al Ministerio de Hacienda: «Cada diez años es obligatorio subir el catastro y se hace a través del Ministerio de Hacienda. Nosotros estamos de espectadores. Es un tema técnico». Reconoce que cuando se aprobó la subida de las tasas municipales, el equipo de gobierno ya sabía que se iba a realizar la revisión: «No sabíamos el valor, la última vez bajó. Si lo hubiéramos sabido nos habríamos planteado la situación».

El Ajuntament estudia además qué medidas tomar ante la situación, pero en todo caso, el alcalde asume que de cara a este año no hay nada que hacer. «Este año está en el medio, no se puede solucionar. Está la cosa hecha».

La actualización del catastro se realiza de forma progresiva, un diez por ciento cada año hasta el 2016. Este año, ha estado aumentada por la subida del tipo del IBI del Ajuntament que se ha situado en el 0.8. Este impuesto se revisa anualmente por el pleno.

De esta manera, el recibo de una casa urbana en Llucmajor ha pasado de 250 euros en 2007 a 630 este año. Un chalet en Bahía Grande pagará este año 764'68 euros, cuando el anterior pagaba 476'68 o una casa en s'Arenal pasa de 428'6 a 932'79 euros.