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La primera feria que se celebró en horario nocturno en Mallorca ha llegado este año a su edición número doce. Y para celebrarlo todo el pueblo de Sant Llorenç rindió un homenaje a la buena comida y a la dieta mediterránea.

Todos los restaurantes de la localidad se sumaron a la iniciativa del Ajuntament y promovieron una dieta sana y el consumo de productos locales. Por eso, los establecimientos ofrecieron platos como bacalao con tumbet o helado de queso menorquín con diferentes mermeladas.

En la calle, los casi 1.300 metros cuadrados que ocupaba la fira se llenaron de puestos dedicados a la promoción de los productos y a la artesanía de Balears. De todos modos, ningún producto quedó excluido en esta edición. Los artículos mas variopintos se pudieron encontrar en Sant Llorenç durante la noche del viernes.

Según el alcalde de la localidad, Mateu Puigròs: «la variedad es el secreto de esta fira que sabe hacia dónde va porque apuesta por la calidad». Una calidad que el cocinero y gastrónomo Antoni Pinya avaló como diseñador del menú oficial de la feria, consistente en tres platos extraídos de los recetarios tradicionales de Mallorca. Unos platos tradicionales que Pinya y el cocinero galardonado con una estrella Michelin, Tomeu Caldentey, han sabido combinar con la innovación y la vanguardia.