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MARGALIDA RAMIS A pesar de la amenaza de lluvia, el sol acompañó ayer a los binissalemers en las esperadas Festes des Vermar, una fiesta que pone fin a los actos de las fiestas del Vermar que se celebran en el municipio de Binissalem. Un año más, la uva y el vino fueron los protagonistas de la jornada, y después de la misa, autoridades autonómicas encabezadas por el conseller d'Economia Carles Manera y locales, con el alcalde Jeroni Salom al frente, presenciaron el acto central en la explanada de la iglesia de Santa Maria de Robines de la mano de Maria Antònia Bibiloni.

Como ya es tradición, se llevó a cabo el tradicional concurso de racimos que ganó Joan Reus en la categoría de local, con un racimo de 3'2 kilos, mientras que Ramon García y Francisco García, ambos de Consell, obtuvieron el primer y segundo premio respectivamente con sendos racimos de 2'9 y 2'6 kilos.

Después del concurso, tocó el turno a los vermadors, que pisaron la uva para sacar el primer mosto y ofrecerlo después, junto a las vermadores a la Virgen de Robines, mientras que Maria Cànoves cantaba La Balanguera para el gran número de público concentrado en la plaza de Binissalem.

Así, ayer finalizaron las tradicionales fiestas con motivo de la vendimia, que actualmente ya ha recogido un millón y medio de kilos de uva y que se espera que finalice a principios del mes de octubre. Durante el acto de ayer se recordó que si bien este año la cantidad de uva será menor, la calidad será mejor.