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R.P.F. «En lugar de unas dependencias municipales el cuartel de la Policía Local de Calvià parece la casa de Gran Hermano», explican los agentes, que desde la instalación de cámaras de vigilancia en su cuartel de Son Bugadellas han mostrado perplejidad y más tarde indignación ante lo que consideran que podrían ser violaciones a sus derechos constitucionales a la intimidad, el honor y la imagen.

La semana pasada un oficial de la Policía Local envió por registro una carta en la que pide la retirada de las cámaras mientras no esté certificada esa preservación de derechos.

Lo curioso es que hace unos meses fue sustraído "y no fue repuesto" el cableado de uno de los centros de control de imágenes para vigilancia del municipio, que tramitaba información visual, entre otros, del bulevar de Peguera. A pesar de las reiteradas quejas de vecinos y comerciantes por el apagón, sus consecuencias se notaron hace justamente un mes, cuando decenas de jóvenes asaltaron y desvalijaron una licorería en la esquina del bulevar y la investigación policial no pudo contar con imágenes de los hechos.