La carretera Selva-Caimari mejorará considerablemente. Fotos: A.P./M.B.

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Tras una importante ralentización en el desarrollo de mejoras de carreteras, el Consell de Mallorca iniciará a principios de año una serie de obras por un coste de 16 millones de euros. Se trata de proyectos que ejecutará con sus propios medios, a la espera de que el Ministerio de Fomento de luz verde al organismo insular para arrancar la mejora de los accesos a Ciutat y otras carreteras con inversión del Gobierno central.

Gonzalo Aguiar, jefe insular de Carreteres, explica que tras la aprobación de los presupuestos del Consell para 2009, el objetivo es sacar el primer trimestre del año seis proyectos de envergadura que afectan a carreteras comarcales, que son muy transitadas y que necesitan una reforma integral de la vía.

Así, las obras afectarán a la carretera Porreres-Llucmajor, Festival Park-Bunyola, carretera de Génova, entrada a Sóller, Selva-Caimari y Caimari-Lluc.
En total, 16 millones de euros que se invertirán en varias anualidades. «Salvo en la carretera Caimari-Lluc, donde sólo se procederá al asfaltado, en el resto se llevarán a cabo reformas integrales de la carretera, pero cuidando el entorno».

La carretera Porreres-Llucmajor registra un tráfico importante, pero resulta muy estrecha para los conductores, así que el Departament d'Obres Públiques proyecta una ampliación, aunque estudiarán que quede integrada en el paisaje.

Asimismo, entre Selva y Caimari se prevé una mejora considerable de la carretera que incremente la seguridad de la misma. Entre Caimari y Lluc, sólo se pretende llevar a cabo el asfaltado. En este caso, será la segunda vez que se realice en poco tiempo. Aguiar reconoce que el firme no está bien y que el asfaltado no dio buen resultado.

En la carretera de Génova, en la periferia de Ciutat, se prevé la construcción de un carril de separación del tráfico.
Finalmente, se llevará a cabo la construcción de una rotonda a la entrada a Sóller, un proyecto muy reivindicado y que será una realidad el próximo año. De esta forma, el Consell sigue la mejora de las vías comarcales, que necesitan un mantenimiento constante. De hecho, las lluvias afectan de forma considerable al asfalto.