El acordonamiento tiene como objetivo evitar que los bañistas invadan las dunas.

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Una de las prioridades de la Demarcación de Costas de Balears es continuar con las actuaciones encaminadas a la conservación de los sistemas dunares de las playas de las Isla. Recientemente, el Ministerio de Medio Ambient y Medio Rural anunciaba la adjudicación del proyecto de protección de las dunas de Cala Mesquida por un importe de casi 450.000 euros, un proyecto muy reivindicado por el Ajuntament de Capdepera y que databa del año 2001.

Esta actuación se extenderá en los próximos meses a las playas de es Dolç (ses Salines), Son Real (Santa Margalida) y sa Canova (Artà), según ha anunciado Celestí Alomar, jefe de la Demarcación de Costas de Balears. Las dunas de estas zonas se deterioran cada verano más por el continuo paso de los bañistas en verano, que acaban por matar la vegetación y deteriorar las dunas.

Las actuaciones de Costas prevén la instalación de captadores para evitar la pérdida de arena, además del acordonamiento de la playa para la protección de los arenales y de la vegetación endémica de los sistemas dunares. Los captadores de cañizo tienen como objetivo la acumulación de la arena -normalmente en las salidas o accesos a la playa- para después una vez recuperada la duna proceder a su regevetación con especies endémicas.

Este tipo de iniciativas ya se ha llevado a cabo en playas como es Trenc, es Carbó, sa Coma, es Comú de Muro o Can Picafort, donde zonas de las playas están acordonadas para impedir el acceso de los bañistas y la destrucción de las dunas, aunque los resultados no son visibles todavía.

En Can Picafort, además se prevé la instalación de pasarelas por encima de la arena. Si da buenos resultados, la idea es ampliarlo a otras zonas.

Celestí Alomar explica que en Menorca o Formentera los efectos de este sistema ya son visibles, aunque destaca que para obtener resultados evidentes tienen que transcurrir dos o tres años. «De todas formas», agrega Alomar, «no es operativo si no hay colaboración de la gente». Además, las instalaciones aunque sencillas, también son costosas.

De cualquier forma, estas actuaciones no siempre son un éxito. Así se pone de manifiesto en Cala Agulla, donde la playa sigue perdiendo arena pese al proyecto que puso en marcha Costas a principios de año. Tanto Ajuntament de Capdepera como vecinos y hoteleros reivindican desde hace tiempo soluciones definitivas ante la progresiva pérdida de arena.

El Ministerio de Medio Ambiente colocó captadores de arena en las dunas, pero los últimos temporales han vuelto a dejar la playa en mal estado. De hecho, estos días se trabaja en varias zonas en la reposición de los desperfectos en las playas por los últimos temporales.