Las obras de la nueva estación marítima de pasajeros avanzan a buen ritmo y se prevé que estén listas en julio.

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Las obras de construcción de la estación marítima del Port d'Alcúdia avanzan a buen ritmo por lo que se prevé que puedan estar finalizadas el próximo julio, poniendo así punto final a los barracones provisionales que durante años han facilitado el acceso de pasajeros al muelle.

La obra, valorada en 13 millones de euros, abre un nuevo abanico de posibilidades para un puerto de importancia estratégica para la entrada de mercancías en las Islas pero que en los últimos años se ha hecho además un hueco importante también en lo que se refiere al traslado de pasajeros, principalmente hacia Menorca y Barcelona.

Aunque las necesidades de ampliación eran más que evidentes el proceso no ha sido fácil y es que antes de proyectar la nueva estación de pasajeros era necesaria la ampliación del muelle, una inversión que se ejecutó a finales del año 2006. Aquella obra costó 6,8 millones de euros y permitió ganar 27.500 metros cuadrados de terreno al mar. A principios de 2007 se realizaron además los trabajos de dragado de la dársena comercial para permitir el acceso de barcos de gran calado. Se dragaron casi 160 mil metros cuadrados en una obra que sumó 4 millones de euros más de inversión. La ampliación del puerto de Ciutadella completa ahora este plan para revitalizar el tráfico de pasajeros entre Mallorca y Menorca. La inversión total del proyecto ejecutado en Alcúdia asciende a 23,8 millones de euros, una cifra que permitirá dotar suficientemente al que se conoce como el segundo muelle de Palma, un aliado importante de Ciutat en el suministro de mercancías a las Balears. El Puerto de Alcúdia es la puerta de entrada habitual de cemento, carbón y gas. De hecho todo el gas licuado que llega a Balears lo hace directamente por esta vía.

La nueva estación marítima tiene un coste de 13 millones de euros. El edificio tiene 3.600 metros cuadrados de superficie con una altura de 12 metros distribuidos en planta baja y dos pisos. Se trata de un diseño de Luis y Jaime García Ruiz. Dispondrá de un servicio de facturación de equipaje y por primera vez los pasajeros accederán al barco a través de pasarelas elevadas, sin necesidad de tocar el muelle.