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«En estos tiempos que corren necesitamos actos sencillos y cargados de simbolismo. Es justo que personas sanas y honradas que han dedicado todo a su pueblo, cuando pasan los años, no caigan en el olvido». El alcalde Pere Rotger cerraba con estas palabras el acto de homenaje a los primeros alcaldes de la democracia que se celebró el miércoles noche en Inca. Los retratos de Jaume Crespí, Antoni Pons y Jaume Armengol, presiden desde ayer la pared de acceso al salón de plenos municipal, inaugurando así una galería de ex alcaldes que nace con el espíritu de convertirse en un lugar de recuerdo permanente.

Al acto, muy sencillo y emotivo, asistieron, además del alcalde Rotger y del ex alcalde Armengol, los familiares de los homenajeados y representantes de la clase política.

Jaume Armengol, el único de los ex alcaldes aún con vida, recordó con cariño sus años al frente del Ajuntament. La hija de Antoni Pons, Lina Pons, destacó acompañada de su madre, Margalida Salom, la dedicación del ex alcalde de UM a un pueblo «que respiraba por todos los poros de su piel». La viuda de Jaume Crespí, Dolores Villaroel, revivió con emoción los recuerdos del que se convirtió en 1979 el primer alcalde de la democracia en el Ajuntament d'Inca, Jaume Crespí.