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La juez de Manacor instructora de la tragedia del hotel Son Moll, de Capdepera, en la que fallecieron cuatro trabajadores tras el derrumbe del establecimiento el pasado 16 de diciembre, ha dictado un auto en el cual rechaza enviar a la cárcel al arquitecto Arturo Vila y al aparejador José Luis Pujol, tal y cómo pedía una de las acusaciones representada por el bufete Pomar.

La magistrada, no obstante, acordó retirar el pasaporte a los dos acusados, a quienes también ha prohibido abandonar el territorio nacional.
El auto judicial señala que, pese a que no se observa riesgo de fuga en los imputados, éstos podrían ser condenados a penas de hasta diez años de prisión, motivo por el cual es aconsejable imponerles medidas cautelares personales, entre ellas, la retirada del pasaporte. También, la juez amplía las comparecencias judiciales de cada uno de ellos.

La acusación en la tragedia del hotel Son Moll había insistido en que era necesario dictar un auto de prisión incondicional para el arquitecto y el aparejador, ya que los hecho que se le imputan pueden suponer hasta 22 años de cárcel.

También, el abogado se refiere a la condición de titulados superiores de los dos imputados, que «no les hace de mejor condición», según el escrito, e insiste en que ambos pueden destruir pruebas y hacer desaparecer su patrimonio.

El auto dictado por la juez Martina Mora Torrens, hace alusión al 'caso Andratx' y a la fianza de 200.000 euros fijada por la Audiencia de Palma para uno de los imputados, el ex director general d' Ordenació del Territori Jaume Massot.

La juez dice que conoce la resolución dictada por la Audiencia, y los argumentos expuestos para justificar un riesgo de fuga, pero los desvincula de la tragedia de hotel Son Moll, ya que no concurren los mismos requisitos. Además, no consta vinculación económica o de arraigo de los imputados (Vila y Pujol) con un país extranjero.

La magistrada incide en que la causa que ella lleva se encuentra en fase de investigación y no en fase de recurso, como el que atañe a Jaume Massot en el 'caso Andratx'.