Los trabajadores, con Bernat Font en el centro, anunciaron posibles movilizaciones. Foto: M.NADAL

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Casa Buades ve imposible llevar a cabo un plan de viabilidad. La empresa, que pertenece al grupo alemán Teka, argumentó ayer que «después de las pérdidas de 11 millones de euros de los últimos dos años y las malas perspectivas para los años 2009 y 2010, la empresa ha llegado a una situación totalmente inasumible, por lo que la única solución es presentar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) y cerrar la fábrica de Binissalem».

Esta fue la información que la empresa transmitió después de la reunión de unas tres horas mantenida con el comité de empresa y los representantes de los sindicatos, ayer en la sede de Binissalem. En este punto, los trabajadores anunciaron un calendario de movilizaciones si la empresa decide cerrar las puertas y despedir a las 173 persones que conforman la plantilla.

El máximo representante de los trabajadores, Bernat Font, indicó ayer a la salida de la reunión que habían solicitado a la empresa que «se postule y decida si cierra la empresa o, por el contrario, opta por un plan de viabilidad». En este sentido, añadió que «desde la empresa se ha pedido un receso para continuar mañana (por hoy) con la reunión».

Casa Buades se adelantó ayer tarde con un comunicado en el que exponía la inviabilidad económica de la empresa: «Mientras los resultados han sido asumibles se ha mantenido la actividad en la fábrica de Binissalem». Desde 1989, según la empresa, más de la mitad de ejercicios, en concreto 12 de los 19 años, se han cerrado con pérdidas. La suma de pérdidas y ganancias durante este período arroja unos resultados negativos acumulados de 21,2 millones de euros. Cabe recordar que la deuda acumulada por la sociedad asciende de los 44 millones de euros.

Durante la reunión de ayer, tanto trabajadores como sindicatos discutieron con los representes de la empresa las cuentas del grupo Teka que, según la empresa, «no deja lugar a dudas». De esta manera, desde la dirección se explicó que «la situación actual es insostenible». Según sus estadísticas, durante el mes de enero de 2009, último dato disponible, las ventas han caído en un 29 por ciento con respecto al año 2008 y un 42 por ciento con relación al año 2007.

Aún así, desde los sindicatos manifestaron ayer que «esperamos que haya otra opción que no sea el cierre de la fábrica», según Baltasar Piñeiro del sindicato de Comisiones Obreras.