Los miembros del comité de empresa de Casa Buades, ayer, después de la reunión con la dirección.

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MARGALIDA RAMIS

La dirección de Casa Buades, perteneciente al grupo Teka, anunció ayer a los trabajadores la presentación de un plan de viabilidad para poder mantener abierta la fábrica de grifos del municipio de Binissalem. Por primera vez desde que se anunció el expediente de regulación de empleo (ERE) que afectaba a la totalidad de la plantilla, ayer se planteó de un plan de viabilidad que preveía a unos 80 despidos y unas 25 prejubilaciones. Así lo explicó el secretario de organización de USO Juan Antonio Salamanca, quien agregó: «Ahora debemos estudiar ese plan para saber a qué departamentos afecta y poder empezar las negociaciones».

En este sentido, desde la dirección de la empresa anunciaron que en los próximos días facilitarán el documento, que recogerá aspectos comerciales, industriales o financieros, entre otros, al comité de empresa, ya que acordaron una próxima reunión para el próximo martes día 3 marzo.

El secretario general de la federación del metal de CCOO, Daniel Cámara, manifestó que se abre un nuevo marco de negociación, aunque recalcó: «Queremos un plan de viabilidad en condiciones que nos permita realizar una contrapuesta que garantice el máximo de puestos de trabajo». El presidente del comité de empresa Bernat Font, también se mostró a la espera de poder estudiar el plan de viabilidad.

Además, Font comunicó que mañana acudirán a la manifestación de la Plaza de España, de Palma, convocada por los sindicados para protestar contra los despidos injustificados y la proliferación de ERE, ya que «de momento no hay nada solucionado».

Casa Buades informó de su intención «de encontrar un punto de equilibrio, que lleve a la empresa a dejar de perder, no de buscar un parche para que dentro de un año estemos en las mismas condiciones». En este mismo, sentido se pronunciaron los sindicatos,que manifestaron que quieren que la dirección «presente un planning que garantice la continuidad de la fábrica los próximos años».

Asimismo, la dirección también manifestó que en los próximos días van a «exigir un esfuerzo de todas las partes para encontrar un punto en común en el que a día de hoy todavía no estamos».

Así pues, ayer fue la primera vez que los trabajadores de Casa Buades vieron una pequeña esperanza para mantener sus puestos de trabajo en la fábrica de grifos de Binissalem desde que el pasado 26 de enero se presentara el ERO que afecta a la totalidad de la plantilla a la Conselleria de Treball.

Desde entonces, dirección y comité de empresa se han reunido en varias ocasiones aunque sin alcanzar ningún acuerdo, hasta el punto que el pasado 10 de febrero los trabajadores protagonizaron una manifestación por las calles de Binissalem para denunciar el cierre de la fábrica.