Actualmente está prohibido hacer obras molestas en Pollença entre el 1 de mayo y el 1 de noviembre.

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El Ajuntament de Pollença prevé acortar en dos meses y medio el periodo en el que está prohibido realizar obras molestas en el municipio, una medida que se ha aplicado durante más de una década con el claro objetivo de no perjudicar a las empresas turísticas. La fuerte crisis económica que vive el sector de la construcción lleva ahora a los responsables políticos a replantear esta medida proteccionista con la finalidad de facilitar las cosas a las mercantiles constructoras, obligadas hasta el presente a ralentizar su actividad durante el verano.

Negociaciones
Los portavoces de los distintos grupos con representación municipal (UM-UNPI, PSOE, PSM, PP y EU) negocian un texto conjunto que podría aprobarse por vía de urgencia en el pleno de hoy. La idea consiste básicamente en permitir las obras de reforma y nueva construcción entre el 1 de mayo y el 15 de junio y entre el 1 y el 30 de octubre, previa audiencia en el Ajuntament con las empresas constructoras y turísticas que puedan verse afectadas en cada caso.

El alcalde, Joan Cerdà (UM-UNPI), señaló ayer que «la idea, que estamos intentando consensuar, consiste básicamente en que en una audiencia con las partes afectadas se fijen las condiciones en las que se habrán de realizar las obras entre el 1 de mayo y el 15 de junio y entre el 30 de septiembre y el 30 de octubre, una medida excepcional que se aprobaría en principio únicamente para la presente temporada turística debido a la crisis económica».

La prohibición de hacer obras molestas se extendió la legislatura pasada de la primera línea del Port de Pollença al resto de la localidad, y prohibe expresamente la realización de obras que puedan provocar molestias de ruido y polvo entre el 1 de mayo y el 1 de noviembre, una medida con la que se pretende garantizar la calidad del turismo en la zona durante la temporada alta y que se aplica en la mayoría de municipios turísticos de la zona desde hace años.

En el caso de Pollença se modificó la normativa urbanística para proteger también los núcleos turísticos de Formentor y Cala Sant Vicenç frente a dichas molestias, dado que sobre el papel las restricciones de verano afectaban tan solo al núcleo del Moll.