Imagen de la nave de la cooperativa Reciclafusta, sobre la que recae un expediente de demolición.

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GUILLEM MAS

La comisión de urbanismo del Ajuntament de Manacor dejó ayer patente las discrepancias entre los socios de gobierno PP-AIPC. En la reunión se trataron siete expedientes de demolición urbanística, que serán elevados al próximo pleno, y que sólo contaron con los votos favorables de AIPC y la coalición PSM-Esquerra-Verds, votos que serán suficientes para la ejecución de las demoliciones ya que el resto de grupos -PP, ALM-UM y PSOE- se abstuvieron.

La propuesta del delegado de Urbanismo, Bernat Amer (AIPC), no recibió el apoyo de Llorenç Bosch e Isabel Febrer, ambos representantes del PP en la comisión. Un posicionamiento, el del PP, que a Amer le «extrañó», según dijo. La realidad es que desde el primer momento que el regidor de Urbanismo anunció mano dura contra las infracciones urbanísticas, el PP se desmarcó, incluso, intentando hacer recapacitar a Amer. El PP declinó ayer hacer cualquier tipo de declaración al respeto y explicar el sentido de su voto.

Hay que recordar que el PP ostentó, durante el pasado mandato, la delegación de Urbanismo, de la mano del alcalde Antoni Pastor; periodo en el que se cometieron las infracciones urbanísticas que ahora AIPC quiere ejecutar su demolición. El anuncio de las demoliciones ha creado una fuerte polémica en el municipio y ha dejado al PP en una situación comprometida.

Amer, quien considera que mantiene una postura 'valiente', reconoció el apoyo de PSM-Esquerra-Verds por su «coherencia».

Mientras, el resto de partidos de la oposición, ALM-UM y PSOE, mantiene que su abstención se debe a la falta de criterio a la hora de establecer las preferencias para decidir qué expedientes serán ejecutados por demolición o no. Para Catalina Julve (ALM-UM), «si quería consenso que lo hubiera propuesto antes, ya que las decisiones no se toman sin criterio». Desde las filas del PSOE, Júlia Roman, se alineó en el mismo sentido.