Imagen de archivo de las obras de adecuación de la zona, posteriores al trágico accidente en el hotel.

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J. SITGES/A. BASSA Los propietarios del hotel Son Moll demolerán una parte del edificio siniestrado el pasado mes de diciembre y adecuarán y embellecerán el resto. La Asociación de Hoteleros de Cala Rajada ha informado que la jueza instructora del caso Son Moll solicitó a la propiedad la redacción de un proyecto de derribo y un plan de adecuación y apuntalamiento para el edificio del antiguo hotel.

Según ha podido saber Ultima Hora los proyectos ya han sido redactados y entregados a la administración de justicia. De esta forma los propietarios del hotel esperan que el derribo y el apuntalamiento se autoricen judicialmente para solicitar la pertinente licencia de obras al Ajuntament de Capdepera.

Precinto
Según ha explicado el presidente de la Asociación de Hoteleros de Cala Rajada, Joan Massanet, «todos esperamos que se dé el visto bueno a los proyectos y que se puedan ejecutar muy pronto». Además el presidente de los hoteleros ha subrayado que «lo deseable para nuestro sector seria que los cambios se empezaran a notar antes de las vacaciones de semana santa».

De hecho el proyecto de derribo sólo contempla la parte afectada por el derrumbe accidental del hotel. Así pues la demolición eliminará el bloque de tres alturas cuyo hundimiento provocó la muerte de tres operarios.

Por otra parte hay que destacar que tanto el proyecto de derribo como el apuntalamiento del edificio son un requisito para que se pueda desprecintar la zona. Pero el refuerzo en la estructura del edificio siniestrado no sólo permitirá el levantamiento del precinto judicial. Desde la Asociación Hotelera de Cala Rajada han explicado que los propietarios del Hotel Son Moll «están interesados en la mejora del entorno y en el buen desarrollo de la temporada turística». Por eso han anunciado que «el perímetro del solar se cerrará con vallas y la torre se cubrirá con lonas para embellecer el entorno y así evitar la imagen de degradación que ofrece el edificio precintado».

Hay que recordar que diferentes asociaciones de Cala Rajada y de la urbanización de Son Moll pidieron el levantamiento del precinto judicial para evitar perjuicios a la imagen y la actividad comercial de la zona. Una demanda que, «como era de esperar desde justicia han entendido pero que, evidentemente, sabemos que todo está supeditado a la investigación judicial y a la seguridad ciudadana», informó Francisco Gadia desde la Asociación de Vecinos de Son Moll.

Así pues, una vez que desde el juzgado número dos de Manacor autoricen las obras, el Ajuntament de Capdepera tendrá que conceder la pertinente licencia de obras para que las reformas sean posibles. «Un paso que esperamos poder dar pronto para contribuir a que Son Moll y Cala Rajada recuperen la normalidad tan pronto como sea posible», ha explicado el alcalde del municipio Bartomeu Alzina.