Los vecinos leyeron un manifiesto ante el alcalde y los regidores.

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MARGALIDA RAMIS

Más de cincuenta vecinos de Binissalem salieron ayer a la calle para pedir que se saquen del casco urbano las antenas de telefonía móvil en una manifestación convocada por Gadma y los grupos municipales de la oposición (PSOE, PSM, UM y Esquerra-Independents). Así, los vecinos, con pancartas y silbatos, se desplazaron desde la plaza de Can Gelabert hasta el Ajuntament, donde leyeron un manifiesto ante el alcalde Jeroni Salom y los regidores del equipo de gobierno municipal. Bajo el lema «la prevención de la salud y la calidad de vida de las más personas es más importantes que las antenas de telefonía móvil» los manifestantes recordaron que los vecinos de las calles Bonaire, Llorenç Villalonga, Anselm Turmeda y sus alrededores «padecen las consecuencias de tener antenas cerca desde hace años».

En este sentido los vecinos instaron las compañías que han instalado las antenas en el núcleo urbano a «rascarse el bolsillo y sacarlas», exigiéndoles que «dediquen una parte de sus beneficios a mejorar la salud de sus clientes en lugar de aprovecharse de ellos». Asimismo los binissalemers recordaron que el mes de octubre de 2007 se aprobó una moción por unanimidad para sacar las antenas del núcleo urbano y que se entregaron 600 alegaciones en este sentido que «el alcalde no se ha dignado a contestar».

Por su parte, el alcalde recibió a los manifestantes en la sala de plenos para explicarles así las gestiones que ha realizado el Ajuntament en este sentido. Salom, que recordó que «en todo momento hemos actuado conforme la normativa», explicó que se habían realizado varias reuniones con los operadores y que a día de hoy hay un compromiso por parte de los operadores de ubicar las antenas en el polígono o en el punto verde, aunque a costa de dejar un repetidor en el casco urbano para poder asegurar la cobertura.

Sin embargo el alcalde advirtió a los presentes de que el cambio de ubicación de las antenas tal y como estaba previsto suponía un proceso «lento» ya que «el terreno se debe recalificar para poder desarrollar la actividad correspondiente». En este sentido, los vecinos de Binissalem pidieron celeridad burocrática, tanto al Ajuntament como a las administraciones supramunicipales para que los trámites administrativos se agilicen porque «se trata de una cuestión de salud pública».