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J. SITGES/ M.RAMIS Ayer fue un día de madrugones para muchos mallorquines, ya que algunos municipios celebraron ayer el tradicional pancaritat. Caminatas en comitiva hasta el templo dónde se celebra la fiesta, misa solemne, paella y panades para comer, juegos tradicionales para los niños, ball de bot y fiesta hasta el anochecer para los jóvenes, fueron los principales ingredientes de la jornada. Además, el buen tiempo presidió el día de ayer, de manera que Montuïri, Felanitx, Petra, Sant Joan, Vilafranca, Felanitx, Alcúdia, Campanet, sa Pobla o Llubí pudieron celebrar sus respectivos pancaritats sin miedo a la lluvia.

En sa Pobla, un año más los vecinos participaron de forma masiva en el tradicional dimarts de Crestatx en sa Pobla. Así, miles de personas se congregaron en el oratorio de Crestatx para disfrutar de una jornada de hermandad. En Alcúdia se celebró la tradicional misa de Pancaritat en la Ermita de La Victòria, tras la cual se llevó a cabo una comida de hermandad en la que participaron cerca de 200 personas. En Campanet, continuaron la fiesta que ya habían empezado el lunes y a partir de las 10 de la mañana empezaron la romería de Sant Miquel, que se inició con el retorno en procesión del Santo Cristo a la Ermita de Sant Miquel. A última hora de la tarde los quintos protagonizaron la tradicional subida al pino. En Algaida el toque de los xeremiers convocó a los vecinos en la plaza para partir hacia la conocida iglesia rural de la Pau de Castellitx, en dónde les esperaba la fiesta. Tras la tradicional misa la era de la antigua possessió se convirtió en el epicentro de la fiesta y se celebraron juegos infantiles y bailes.

La jornada transcurrió casi en paralelo en Montuïri. Una vez en el Puig, se nombró Jeroni Garau, conocido como en Jeroni de s'Agència, batle des Puig. En Bonany la fiesta juntó los vecinos de la localidad con los de Vilafranca y Sant Joan, que como cada año siguieron su propio camino para llegar a la ermita y compartir un día de sol en la inmensa explanada de la iglesia.