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J.R. La marcha de Antoni Rami del Ajuntament de Calvià ha obligado al alcalde Carlos Delgado (PP) a restructurar varias áreas del organigrama municipal. Destaca la vuelta de la primera teniente de alcalde, Teresa Martorell, como portavoz del Consistorio. Precisamente Martorell fue desplazada por el propio Rami con la inteción de Delgado de promocionar al que entonces era su hombre de confianza.

La dirección de las áreas de Comercio y Tutrismo pasa a Jaime Martínez Llabrés, quien hasta la fecha ostenta la responsabilidad de Ordenación del Territorio. Martínez Llabrés es de los asesores con el sueldo más elevado de las arcas municipales y, por supuesto, hombre de confianza de Delgado. De hecho, el responsable de Urbanismo ya estuvo en la reciente feria turística de Berlín con Delgado. Para entonces, Rami ya iba sólo.

Sin aspiraciones
Finalmente, las áreas de Cultura, Juventud y Extranjería las asume Joaquín Legaza Cotayna, director de Servicios Generales hasta este momento. Legaza es la mano derecha del alcalde conservador, sin aspiraciones políticas, así que no supone ningún problema para Carlos Delgado. Incluso con más poder que Rami cuando estaba en el Ajuntament, Legaza controla todos los asuntos del municipio. Su despacho está al lado del que ocupa el alcalde.

Con esta reestructuración, Delgado vuelve a controlar el Ajuntament sin ningún tipo de oposición.
Controlado el Consistorio y controlado el partido después del desplazamiento de Antoni Rami, quien aparecía como el delfín del Delgado ante su anuncio de abandonar los cargos en el Ajuntament y en la formación política local.

Los acontecimientos se han precipitado con rapidez en las filas populares del PP de Calvià. El pasado sábado Carlos Delgado anunciaba que se volvía a presentar para liderar el partido en Calvià y automáticamente Antoni Rami dimitía de todos los cargos tanto en el Ajuntament como en el grupo, acusando a Delgado de «puñalada trapera».