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J.R. Giro completo del alcalde de Calvià y líder del partido en el municipio, Carlos Delgado, en lo que había sido un anuncio explícito de su relevo en la persona de Antoni Rami. En los días feriados de Semana Santa decidió reservarse como tutor del PP calvianer hasta las elecciones locales de 2011 y dar a entender que su reemplazo no quedará entre los actuales concejales ni asesores del Ajuntament sino de «gente joven, con savia nueva».

Pero las manifestaciones públicas de Delgado sobre las razones de esa vuelta de grupas no convencen ni siquiera entre los afiliados locales del PP.
«Eso de que ha tenido que volver a tomar las riendas del partido por aclamación popular es una milonga -señala un veterano militante popular-, y lo que en realidad ha ocurrido es que han maniobrado sólo unas cuantas personas que llevan años comiendo de Delgado y que veían peligrar su salario futuro si el relevo era una persona con talento para la gestión y además con ideas propias, como es el caso de Antoni Rami». En poco más de un mes se ha ido al traste la escenificación del pasado 6 de marzo, cuando el propio Delgado presentó a una terna de candidatos a sucederle en la presidencia de la junta local del PP, integrada por el teniente de alcalde Bartomeu Bonafé; el ex concejal y ahora asesor municipal a tiempo parcial, José Manuel Ruiz, y el hasta el martes pasado director de Desarrollo Estratégico del Ajuntament, Antoni Rami. Ese día, tras la «foto de familia» en la sede del partido, Delgado dio a entender que los afiliados elegirían a su presidente y futuro cabeza de lista a la Alcaldía, salvo en el caso de Bonafé que se postulaba en la organización, pero renunciaba expresamente a concurrir a los comicios, y los militantes dieron por hecho que todos los apoyos del actual alcalde serían para Rami, ex conseller d'Economia del Govern y su «responsable de gestión» en el Consitorio desde 2007.

«Los no más de cinco o seis corifeos de Delgado que le han estado tirando de la chaqueta desde marzo -explica otro militante del PP de Calvià-, esgrimían ante el alcalde no sólo 'inconvenientes generales' de Rami como líder del partido y alcaldable, sino también algunos muy curiosos y concretos como su presunto deseo de mejorar relaciones con UM por si acaso alguna vez fallan las mayorías absolutas para gobernar».