Recreación por ordenador del resultado final de la semipeatonalización, con supresión de barreras arquitectónicas, de la Plaza de España de Llucmajor.

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«Todos los grupos políticos hemos estado de acuerdo en que el nuevo modelo de circulación y movilidad, desde el núcleo central del pueblo hacia las afueras, respetará la circulación rodada pero dará prioridad a los viandantes», señala Joan Jaume Mulet, alcalde de Llucmajor. Y fruto de la unanimidad, en apenas dos semanas comienzan tres obras de semipeatonalización que afectan a la Plaza de España y a las calles Fira, Constitució y Bisbe Taixaquet. Deben estar listas en las próximas Navidades, pues en buena parte dependen del «plan Zapatero», que impone plazos.

Según el alcalde llucmajorer, el último mes de 2008, en plena confección del presupuesto municipal para el presente año, hizo coincidir hasta tres notables posibilidades de financiación de obra pública por parte de otras Administraciones, coincidentes con varios proyectos locales veteranos «pero hasta entonces frenados por crónicos problemas de caja».

Estacionar con ORA

Así, con el acuerdo tácito de los corporativos se hicieron coincidir las obras de peatonalización de la calle Bisbe Taixaquet -financiadas al 50% por el Pla de Obres i Serveis del Consell-; las de las calles Fira y Constitució -asumidas por el Pla de Rehabilitació de Barris del Govern-, y la rehabilitación integral de la Plaza de España y la Peixateria -que será Oficina Turística y en el sótano archivo municipal-, que fueron incluidas como actuaciones del Fondo de Inversión Local, que sufraga el Gobierno, en este caso por montante global de dos millones de euros. La peatonalización parcial de la Plaza de España estará basada en la eliminación de las aceras y las barreras arquitectónicas, de manera que toda su superficie quede al mismo nivel, así como en la supresión de las 75 plazas de aparcamiento existentes a día de hoy. En las calles que la flanquean, también desaparecerán alrededor de un centenar de estacionamientos, y por contra aparecerá espacio para los viandantes, también sin banzo de acera.

El equipo de gobierno del Ajuntament negocia en la actualidad con varios propietarios de casas que han de ser derribadas por ruina y de solares, en ambos casos cercanos a la Plaza de España, con objeto de alquilar esos terrenos y destinarlos para estacionamientos regulados con ORA.

«En todo caso -señala Joan Jaume-, nuestra pretensión nunca ha sido que el tráfico de visita a Llucmajor tenga que llegar imperiosamente al núcleo más céntrico del pueblo, pues dadas las dimensiones siempre podrá aparcar a pocos minutos de donde quiera ir».