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GORI VICENS El actual alcalde de Felanitx, Gabriel Tauler, aseguró ayer que «los jueces no han hablado todavía de derribar el hotel Robinson porque lo que se hizo mal no fue la ampliación del edificio sino el incremento de sus plazas hoteleras».

Y es que un día después de que haya salido a la luz la sentencia que establece que en el año 2001 el Ajuntament de Felanitx no concedió incorrectamente una ampliación de 209 plazas hoteleras a un establecimiento de Cala Serena, el alcalde hizo ayer un llamamiento a la calma.

Así, Tauler anunció que «lo explicaremos todo a la oposición y, si es necesario, nos sentaremos con los responsables del hotel, entendemos que éste es un tema de corporación».

Por su parte, Miquel Julià (UM), el alcalde que firmó el decreto mediante el cual se concedió la licencia, aseguró ayer que «todos los informes técnicos y jurídicos eran favorables, tanto el de Felanitx como el que vino de Palma».

Además, indicó que «todo contó con el visto bueno del secretario municipal», y quiso remarcar que después de varias denuncias del grupo ecologista GOB en contra del proyecto de ampliación del hotel Robinson «conseguí juntar al entonces portavoz de esa organización, Miquel Àngel March, con el director del hotel, Monserrat Galmés, para intentar llegar a un acuerdo para modificar los planos y salvar una parte de los pinos y savinas, que entonces eran el eje del conflicto».

El portavoz municipal del PSOE, Antoni Nadal, coincide con el actual alcalde: «Tenemos que dejar que los técnicos estudien la sentencia, porque es recurrible y tenemos que jugar bien las cartas para que no pierdan las arcas municipales».