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Los dos curas enfrentados en Sant Joan han avanzadoo un paso hacia la reconciliación. Fue en la misa vespertina del pasado domingo, que tradicionalmente oficia el cura jubilado Josep Estelrich, cuando el capellán castrense Jesús Honduvilla acudió a la iglesia con la intención de concelebrar la eucaristía. En lugar de gritos y peleas, los fieles presentes se toparon con una relación distante pero correcta entre los dos curas. Ambos se abrazaron en el momento de darse la paz.

Hasta aquí podría parecer que en el pueblo todo vuelve a la normalidad, pero lo cierto es que algunos fieles santjoaners abandonaron la liturgia al percatarse de la presencia de Jesús Honduvilla en el templo.

El consejo parroquial de Sant Joan aconsejó que, para mantener la normalidad en la iglesia, por el momento, los dos curas no concelebrarán misas, según habían informado fuentes del órgano de representación de la comunidad católica del pueblo.

El rector de la parroquia santjoanera, Joan Martí, ha reconocido a este diario que el consejo parroquial propuso como la solución más factible «evitar que los dos curas concelebrasen eucaristías juntos», aunque ha negado que la recomendación fuera vinculante.

Aun así, se registró una actividad frenética en la iglesia de Sant Joan durante el pasado fin de semana. El vicario general del Bisbat de Mallorca, Lluc Riera, asistió el sábado a la misa dedicada a celebrar la confirmación de algunos jóvenes del pueblo.

Allí, Riera presenció la lectura pública de la carta enviada por el Bisbat de Mallorca al rector de Sant Joan. En la misiva, se hacía hincapié en la importancia de crear «un clima de paz y respeto mutuo, de concordia y estimación fraterna, en el pleno respeto de todas aquellas legítimas sensibilidades humanas, culturales, sociales y políticas que se pueden manifestar y convivir en una comunidad cristiana».

Pero fue el pasado domingo cuando los dos curas volvieron a celebrar juntos una misa con relativa normalidad. Aún así, y según testigos presenciales, algunos fieles abandonaron la misa para no presenciar enfrentamientos entre los dos curas durante la eucaristía. Los enfrentamientos no llegaron a materializarse y, por contra, llamó la atención el abrazo entre Estelrich y Honduvilla que tuvo lugar en el momento de darse la paz.