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La desaladora de Alcúdia comenzará a funcionar en fase de pruebas en el plazo de quince días, lo que en la práctica supondrá que las nuevas instalaciones comiencen a suministrar agua a Alcúdia, Muro y Pollença a mediados del mes de octubre.

En principio, la desaladora tenía que estar operativa en julio, pero por cuestiones técnicas se ha retrasado su entrada en funcionamiento.
La construcción de la desaladora de Alcúdia tiene un presupuesto de 24 millones de euros y una inversión total de 29 millones de euros, lo que la convierte en la infraestructura hidráulica más costosa financiada por el Ministerio de Medio Ambiente en la zona.

La desaladora ha sido construida y será gestionada por una empresa privada designada por el Ministerio de Medio Ambiente en 2004. La empresa deberá negociar ahora con los ayuntamientos del norte de Mallorca la cantidad mínima de agua que inyectará a las redes de suministro anualmente, así como su coste .

Hasta ahora ninguno de los municipios que se beneficiarán de la planta ha cerrado un acuerdo de suministro, si bien todos concluyen que los acuíferos presentan un nivel de agua relativamente bueno, por lo que parece que el canon inicial de agua que comprarán a la desaladora será mínimo. La inyección de agua desalada permitirá recuperar el nivel de los acuíferos del Nord que otros años han estado sobreexplotados en determinadas zonas.

La población que se beneficiará de las nuevas instalaciones ronda los 94.000 habitantes, según datos de la Dirección General de Economia del Govern. El abastecimiento de dicha población requeriría cerca de 19.000 metros cúbicos de agua y día y la desaladora está preparada para producir un caudal de 14.000 metros cúbicos día, con la posibilidad de ampliar dicha cantidad hasta 21.000 metros cúbicos, dado que dispone de una doble línea de producción.