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B. RAMIS/A. POL La vieja imagen de los pinos de la avenida Reis Catòlics de Inca desaparecerá dentro de poco. Un informe técnico encargado por el Ajuntament aconseja talar aquellos árboles torcidos y que amenazan con caer.

El coordinador de obras de la ciudad, Lluís Ferrari, no duda que si hay que elegir entre la seguridad de los ciudadanos o conservar los pinos, «el Ajuntament se decanta por la seguridad». Ferrari confirmó que se sembrarán árboles jóvenes en el lugar de aquellos que se talen.

Desde junio pasado, la avenida Reis Catòlics es objeto de una remodelación que se financiará mediante el Fondo Estatal de Inversión Local. Antes de que acabe la reforma, los operarios de la obra ya habrán arrancado los pinos más torcidos.

A pesar de que la mayoría de vecinos consultados por este periódico prefiere que los pinos continúen formando parte del paisaje de la avenida y anteponen la seguridad a los aspectos estéticos, los matices de las opiniones son variados. Unos consideran la tala «una mala actuación urbanística más del Consistorio» que dirige el 'popular' Pere Rotger, otros lamentan «que cada vez hay menos verde» en la ciudad y otros «comprenden» que el Ajuntament, en este caso, «no tenía otra opción».