Bostezos, estiramientos y masajes. Ésta era la estampa que ofrecía el monasterio de Lluc a primera hora de la mañana de ayer, y no era para menos. Más de 10.000 personas venidas de 37 municipios de la Part Forana participaron durante la noche del 12 y la madrugada del 13 de septiembre en la XXX edición de la Pujada a Lluc a Peu organizada por la Associació d'Antics Blavets y que contó con la colaboración de Protección Civil, Cruz Roja y Guardia Civil.
Los peregrinos más valientes partieron de sus pueblos alrededor de las 20 horas del sábado, entre ellos los de Felanitx, Manacor o Porreres, aunque la mayoría se concentraron en la Plaça del Bestiar en Inca sobre las cuatro de la madrugada del domingo. Uno de los caminos más duros hasta llegar al Santuario es el de Biniaraix, que siguieron los marxaires de Alaró, Bunyola, Esporles o Sóller. Pueblos como Pollença y Alcúdia siguieron la ruta alternativa del camí vell de Pollença. Durante la caminata los peregrinos se encontraron con diferentes puntos de avituallamiento que sirvieron hasta 8.000 litros de agua y 4.000 kilos de fruta. A las siete de la mañana la zona de Ca s'Amitger ya se encontraba repleta de gente que hacía cola para poder tomar una taza caliente de chocolate que repartía la organización para que los peregrinos recuperaran fuerzas. Este año se notó las ausencias de algunos políticos que tradicionalmente asistían a la caminata. Fueron fieles a la cita los alcaldes de Pollença, Joan Cerdà; sa Pobla, Joan Comes; Campanet, Francesc Morell; Escorca, Antoni Gómez; Alaró, Joan Simonet; el senador del PSOE Xavier Ramis y el portavoz del PP en el Consell, Jaume Font.
Aunque a partir de las nueve de la mañana muchos autocares llevaron de vuelta a casa a algunos peregrinos, la gran mayoría acudieron hasta el Acolliment para presenciar la ofrenda que los diferentes pueblos participantes hicieron a la Mare de Déu de Lluc. Durante el acto se hizo entrega de una distinción especial a los familiares de Miquel Ballester Vidal, fallecido recientemente y promotor de la Pujada desde Campos. A las 11 horas en la Basílica del Monasterio se realizó la clausura del 125 aniversario de la Coronación Pontificia de la Mare de Déu de Lluc. El acto fue presidido por el arzobispo de Mallorca y contó con la presencia de la presidenta del Consell de Mallorca, Francina Armengol, el conseller de Salut, Vicenç Thomàs, entre otros.
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