En 1982, Algaida, Ariany, Costitx, Lloret, Llubí, Maria, Montuïri, Petra, Porreres, Santa Eugènia, Sant Joan, Sencelles, Sineu y Vilafranca constituyeron la como elemento cohesionador de unos municipios con rasgos característicos comunes que los identifican y que a la vez conforman su identidad comarcal.
Con los años, esta entidad supramunicipal, falta de presupuesto y lejos de su objetivo primero, básicamente sólo se dedica a la recogida de basuras y a los servicios sociales.
Ahora, y ante las exigencias de Campos por querer ser compensado por el hecho de haber preservado su costa, los pueblos del Pla recuerdan las necesidades plasmadas dentro el Pla del Pla que recogió gran parte de las demandas de una comarca que no tiene costa, ni hoteles, ni campos de golf. Este hecho ha producido que no se disfrutara del bienestar social y económico, fruto del turismo, del que sí se han beneficiado otras zonas de Mallorca.
Con el objetivo que los 35.000 habitantes del Pla puedan ver prosperar sus municipios, los alcaldes proponen un incremento de infraestructuras básicas, servicios generales, transportes o servicios de proximidad. Una estrategia que debe liderar la misma Mancomunitat, con el apoyo de todos los colores políticos, y que ya ha sido puesta en conocimiento del presidente del Govern balear, Francesc Antich hace medio año.
Las medidas estratégicas a nivel comarcal se basan en una mejora del transporte público con un estudio de movilidad; la mejora de los caminos rurales y de las redes de alcantarillado o la creación de la policía mancomunada o también compartir servicios e infraestructuras entre pueblos.
Por ello, y a modo de ejemplo, los alcaldes de Algaida y Vilafranca consideran que se tiene que aprovechar la actual crisis económica para impulsar el Pla del Pla para iniciar la prosperidad.
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