TW
1

J.SOCIES
El día se despertó primaveral en Campos, lo que animó a centenares de vecinos a acercarse, como cada año, hasta el oratorio de Sant Blai para venerar al santo, ponerse el aceite curativo en el cuello y bendecir los panecillos de Sant Blai o los caramelos que, según la tradición, curan y previenen los dolores de garganta.
Pero para llegar hasta el oratorio, situado entre los verdes campos, los ciudadanos del municipio lo hacen «sense fum», refiriéndose al sistema de transporte que utilizan para llegar, bicicletas, a pie o con patines, entre otros. A las 9,45 horas, los vecinos se concentraron en la Plaça dels Tres Molins para iniciar la marcha hacia el oratorio. Una vez llegados a la ermita, después de media hora de caminar el Ajuntament ofreció coca y bebida para reponer fuerzas tras el esfuerzo.
A las 11.00 horas, el párroco Francesc Munar ofició la misa en el Jardí de les Palmeres, ya que el oratorio en estas ocasiones se queda pequeño para acoger a todos los fieles.
Una vez oficiada la misa, juegos para los niños, ball de bot y la comida de companyionia entre todos los vecinos de paellas, sirvieron para completar la jornada.