En la comarca de Llevant, el plan del Ajuntament de Manacor contó con los votos favorables del equipo de gobierno y la abstención de la oposición. En Son Servera el plan contempla una serie de medidas para reducir gastos e incrementar ingresos. El plan de ajuste del Ajuntament de Capdepera incluye un incremento de algunas tasas. Artà incluye en su plan la indemnización por los terrenos del polideportivo de la Colònia de Sant Pere.
El Ajuntament d'Inca también aprobó el plan de ajuste para evitar cerrar los servicios. Un plan que ahorra un millón de euros de gasto corriente y que mantiene los puestos de trabajo.
Sóller basa su plan de ajuste en la reciente revisión de los valores catastrales, la ampliación de la ORA y el recorte en subvenciones y prestaciones sociales y culturales.
En Marratxí los ajustes no contemplan el despido de ningún trabajador municipal, ni la reducción de salarios, ni la subida de impuestos. Las medidas aprobadas se centran en el recorte en gasto corriente y en la amortización de plazas de jubilaciones y personal de confianza. En Calvià el plan de ajuste contó con el voto positivo del equipo de gobierno del PP. El PSOE, en la oposición, optó por abstenerse debido a que no se le facilitó la información detallada del las actuaciones. El plan de saneamiento para reducir la deuda global del Consistorio, de 93 millones, prevé reducirla a 63 en cuatro años.
Finalmente, las drásticas medidas adoptadas por el Ajuntament de Llucmajor para achicar la deuda de 21 millones que acumula contaron con el apoyo favorable del PP, la abstención del PSM y CxI y el voto contrario del PSOE.
Otros ayuntamientos que aprobaron con diferentes criterios pero en la mayoría de casos «por responsabilidad» fueron los ayuntamientos de Sineu, Búger, sa Pobla, Alcúdia, Pollença, Lloseta, Muro, Felanitx, Algaida, Sant Joan, Montuïri, Alaró, Santa Margalida o Campos, entre otros.
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