A diferencia de lo que ocurrió con Catalunya y Murcia, en Mallorca los pescadores tuvieron que esperar hasta principios de febrero para obtener los permisos que llegaron quince días después de que se lanzaran a la captura del jonquillo fuera de la ley ante la falta de actuación de las administraciones y la creciente comercialización del jonquillo procedente de Catalunya y Murcia en los mercados de las Illes.
Un mes después de obtener el permiso provisional los pescadores siguen esperando la autorización de Bruselas. La campaña es corta, de diciembre hasta finales de abril por lo que los pescadores consideraban «insostenible» la espera.
«Queremos dejar claro que estamos pescando legalmente con un permiso del Govern que autoriza un estudio de investigación con unas condiciones concretas», dice el presidente de los pescadores de Pollença, Joan Suau. «Estamos obligados a facilitar mensualmente al Govern datos de las capturas como la profundidad, la altitud... los científicos se pueden embarcar con nosotros y cada final de mes se hace un estudio de los datos», añade Suau.
Respecto al primer mes de capturas Suau dice: «No nos quejamos, los días que el tiempo nos ha permitido salir a pescar ha ido bien».
4 comentarios
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Tot plegats, els nostres pescadors són modestes. El Japó, i altres països, empren el motiu d'investigació científica per caçar ballenes i no per a pescar, com a casa nostra, jonquillo petitó.
A eso lo llaman legal? Usar una treta como si fueran "científicos" para poder pescar y vender los frutos de la pesca? Esto es falsedad documental y punto. Luego nos extraña que exista corrupción o trucos para burlar la normativa ambiental, urbanística, etc.
sa incompetència, dels nostres polítics i funcionariat, respecte a n'aquest problema, és increible, voldria saber, a sa conselleria amb a què pensen? en l'amor de les tres taronjes, són aquí per defensar els interesos dels ciutadans, no per posar trabes i donar problemes.
Hi ha molt bons plats de cuina mallorquina. Jo veria en les nostres raoles o truita de jonquillo com la delikatessen de la nostra terra i, fins itot , el nostre caviar, dit amb una sana exageració patriòtica.