En la Part Forana es tradicional tapar los números con garbanzos, guisantes o maíz. | M.S. / M.P.

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« Pelat cinquanta !», cantan en los cafés de Santa Maria (y de otros pueblos de la Isla) al anunciar, en los bingos navideños, que el bombo ha sacado el 40. El 10, el 20, el 30 y sucesivos también se anuncian como pelats , el 1 como es primer de mil o es més jove , el 2 es es moixet , s'annereta o es patito , el 3 es s'aranyeta , el 4 sa cadira , el 5 es balancí , el 36 s'any des Moviment , y etcétera. Estas Navidades, pero, la tradición se podría interrumpir si los cafés que solían acoger bingos navideños hacen caso de los avisos de las instituciones en el sentido de que se les sancionará. La ley prohibe juegos con ánimo de lucro al margen de los establecimientos autorizados y establece sanciones de hasta 60.000 euros para el local y de 6.000 para los clientes.

Uno de los pueblos en que sigue más arraigada la tradición del bingo navideño es Santa Maria. Le llaman pelat . Rosa Vich, la alcaldesa, explicó que el Ajuntament informa cada año al Govern de los cafés del municipio que organizarán pelat . Este año la lista (tres bares) se envió el viernes, y la avalaban todos los grupos, incluido el PP. «Esperamos que nos autoricen. Es una tradición que se remonta a finales del siglo XIX y una manera de fer poble ».

Otros pueblos, sobretodo del Raiguer, organizan también bingos en Navidad. El alcalde de Lloseta, Bernat Coll, mandó la semana pasada otra carta al Govern avisando del malestar que las amenazas de multa han provocado y pidiendo una modificación legislativa que autorice los bingos. El Govern indicó luego verbalmente al Ajuntament que enviara una lista con los bares que harán bingo, por lo que albergan cierta esperanza de recibir permiso.

Mientras tanto, sigue la confusión. Algunos cafés han hecho bingo y otros han suspendido las sesiones programadas al conocer las amenazas de multa.