Así lo manifestaron ayer los técnicos que han redactado el proyecto, minutos después de que el alcalde de Santanyí, Llorenç Galmés (PP), y el obispo de Mallorca, Javier Salinas, firmaran un convenio de colaboración por valor de 82.233,46 euros para afrontar la ejecución del proyecto en cuestión.
El acuerdo entre el Consistorio y el Obispado llega siete años después que la hasta entonces carretera de acceso al santuario se desplomara sobre la cantera sa Creu.
En este sentido, el máximo responsable de la Esglèsia de Mallorca -en su condición de propietario del santuario y de los caminos de acceso, tanto del principal como del alternativo- agradeció al alcalde la voluntad de «dar un paso adelante» para restablecer el acceso de vehículos a motor hasta la cima del puig . No obstante, recordó también Salinas que el acondicionamiento del nuevo camino se trata de una «solución provisional». Por su parte, Galmés reconoció tal provisionalidad y apuntó que el objeto de habilitar ahora el nuevo acceso obedece principalmente a dos cuestiones: a que una parte del santuario se encuentra apuntalada y es necesario que puedan llegar hasta él los operarios que deben reparar las deficiencias, y al hecho de que el proceso judicial para dirimir responsabilidad por el desfondamiento de la carretera principal puede prolongarse durante décadas.
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